miércoles, 3 de diciembre de 2014

Relatos (I)

Sí, Medusas, ayer dije que no volvería hasta dentro de dos semanas, pero resulta que hoy, por cuestiones personales -Que consisten en que no me puedo levantar de la cama sin ir a vomitar- No voy al instituto, por lo que tengo la mañana libre, y subiré un par de entradas a lo largo de ella~
Inauguro otra sección. Por que sí, por que quiero y por que puedo.

Os explico: En mi instituto, cada mes, están haciendo un concurso de microrrelatos, cuyo máximo tienen que ser 200 palabras.
A mí nunca se me han dado bien los relatos cortos, para que ahora me pongan a hacer microrrelatos, pero va, bueno, me estoy acostumbrando.

El caso es que cada mes te ponen una frase inicial; La del mes pasado fue 'Me acerqué con cautela a la ventana. Al fondo, se divisaba un enorme jardín'
 Y la de este mes es: 'Me miró, como si de una extraña se tratara'

Y bueno, diréis que qué quiero deciros con esto, es simple. Yo os enseño el/los microrrelatos (Ya que se pueden presentar más de uno) Que escribo cada mes aquí, y vosotros, en los comentarios (Ya que a la mayoría de las medusas que conozco son grandes escritores) Os podéis animar también a escribir un microrrelato, pero con la frase inicial del mes pasado.

Así que bueno, yo os dejo aquí los dos relatos que he escrito con la frase de este mes:
-

Me miró, como si de una extraña se tratara.
Puede que, al fin y al cabo, lo fuera. Había cambiado, y no sólo exteriormente.
No me molestaba, sin embargo. No me molestaba verme diferente frente al reflejo del espejo.
Pero parecía que a mi reflejo sí. Tenía un aire decepcionado.
¿Dónde estaba la niña con lazos en el pelo y de voluminosos vestidos que parecían haber sido coloreados con tiza y posteriormente difuminados con el dedo? ¿A dónde había ido a parar su alegría y su sonrisa encarcelada por hierros?
Ah, ya sé dónde estaba.
Atrapada en el cristal de mi habitación, esperando, en vano, a volver a salir.

-

Me miró, como si de una extraña se tratara.
Probablemente, si la casualidad no hubiera juntado nuestras miradas, habría seguido caminando por las saturadas calles de Tokio.
Ambas nos paramos en seco y nos estudiamos con la mirada detenidamente.
Vestía entera de negro. Su melena oscura le caía sobre los hombros. Su mirada almendrada y maquillada delicadamente con uñas de porcelana me acariciaba el corazón.
Sus rasgos asiáticos alisaban su cara hierática y blanca como la espuma de mar.

Yo, por mi parte, iba de blanco, y ahora, llevaba el pelo corto. Ni una pizca de maquillaje asomaba por los poros de mi rostro.
Parecíamos polos opuestos. Ambas, contrarias a nuestra naturaleza.
Opuestas. Completamente. Y pensar que antes éramos una copia exacta de la otra…
Las dos con el pelo recogido a ambos lados de la cabeza y con nuestras simpáticas faldas azules y zapatitos de charol.
Ahora no. ¿Qué habría tenido que pasar para que estuviésemos tan distanciadas ahora?
Nos habíamos vuelto desconocidas.
Aunque, en el fondo, estaba atada a mí por un fino hilo, y además…
Seguíamos teniendo la misma cara.
-



Vale, sí, sé que son algo mierdosos, pero es lo que hay, a mí, si me ponen un tope de palabras no puedo escribir y me salen mierdas como las que acabáis de ver arriba.

Entonshesh, Medusas, si alguno o alguna se anima a escribir, recordad empezar con la primera frase, es decir, la de ''Me acerqué con cautela a la ventana. Al fondo, se divisaba un enorme jardín'

Ya sé que preguntaréis por qué os pido que escribáis con la frase del mes pasado, y es para que no dudéis de mí, que no os voy a plagiar ni nada xDD por eso, si vais con una frase de retraso, para mí eso sería imposible.
Así que bueno, queridos. Hasta aquí.
-Redshell.


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