martes, 12 de agosto de 2014

Capítulos 1,2,3 (Mirai Nikki 2.0)



Capítulo 1. Diario del futuro.

Desperté, como siempre, gracias al despertador, en una oscura habitación rodeada de un embrollo de sábanas que no había cambiado desde hace días.
Me incorporé y miré el móvil. Mis dedos, intentando alcanzar a mis pensamientos, comenzaron a escribir.
13 de Agosto de 2009.           
Me acabo de despertar. Mis sueños cada día parecen más reales. Deus parece que existe de verdad. Estoy empezando a tener miedo de mí misma. ¿Cómo es que mi mente puede ser tan poderosa?

Me dirigí al baño tras escribir esto, siempre con el móvil de carcasa azul entre mis manos. Me miré en el espejo, sin prestar verdadera atención. Me aplasté el pelo, castaño claro y liso que me llegaba por encima de los hombros y me salpiqué agua en la cara.
No era guapa. A pesar de tener, según mi padre, ‘Unos ojos increíblemente azules y claros, heredados por él’, no lo era.
Pero poco me importaba. Tenía a Deus. Que aunque no existiese en ningún sitio salvo en mi imaginación, parecía tan real…
Nadie se fijaba en mí. Era como una especie de ser extraño e invisible.

Cuando regresé a mi cuarto, extraje un dardo azul de su estuche y lo tiré hacia una de las cinco dianas que había colgadas en la pared derecha.
Acerté.
Lo que no era raro en mí.

 13 de Agosto de 2009.
He vuelto a acertar en la diana. Me pregunto cuándo llegaré a ser tan buena cómo papá.
Voy a desayunar, a vestirme y después iré al instituto. Espero no encontrarme con nadie conocido.

Llegué al instituto sin ningún problema, siempre redactándolo todo en mi diario.

Ojalá…Ojalá algún día las cosas cambiaran.

Aquella noche tuve un sueño muy extraño.
Me despertaba, como siempre, en el frío suelo de la base de datos del espacio-tiempo, dirigida por Deus y su ayudante, Kuroko, quien no parecía tener más de nueve años. Aún así, era mitad demonio, por lo que nunca le hacía mucho caso.
-Deus –Saludé.
-Miki. Te estaba esperando.
-Siempre me estás esperando, Deus-Le dije.
-Hoy te voy a hacer entrega de algo muy valioso. Asegúrate de no perderlo.
Yo no dije nada. Tan sólo esperé a que prosiguiera. Pero no siguió hablando. Dirigió sus enormes manos hacia mí e, hizo aparecer ante mí  un teléfono móvil, exactamente igual que el mío.
-Eh…¿Mi própio móvil?
-No. Tu futuro.
No comprendía nada. ¿Mi futuro?¡Pero si era mi propio móvil!
-Tómalo, o desaparecerá.
-Yo lo cogí, obediente. Pero justo en el instante en el que lo tenía entre mis manos, desperté, entre gotas de sudor frío.
¿Qué había pasado?
Bueno, tan sólo era un sueño.
Me levanté y desbloqueé el móvil, dispuesta a escribir sobre aquel sueño, pero cuando me dí cuenta, ya había algo escrito, con la fecha de hoy.

14 de Agosto del 2009.
Hoy he tenido una pesadilla. Bueno, no era una pesadilla, tan sólo un sueño extraño. Espero que no se repita…
Me he levantado y cuando he vuelto a mi habitación, he tirado el dardo blanco ¡Y he acertado!

Lo releí de nuevo, desconcertada. Seguramente habría escrito aquella entrada medio dormida.
Entré en el baño, y cuando  volví a mi habitación para coger la mochila, extraje el dardo blanco, apunté, y tiré hacia la diana.
Como era de esperar, volví a acertar.
Mi móvil hizo un ruido extraño. Lo miré.
¿Cómo?
Había otra entrada escrita.

He bajado a desayunar. En la televisión han hablado sobre los misteriosos asesinatos en serie producidos en la ciudad. El culpable no ha dejado ni una sola prueba y la investigación no va  a ninguna parte.
Cuando he salido de casa, me he encontrado con Shibata, que me ha dado una colleja y después ha seguido su camino corriendo.

Observé la pantalla,  realmente confusa.
Decidí ignorarlo.  Sería algún fallo del sistema.
Bajé a desayunar. Miré  el calendario: Todavía faltaba un mes para que mamá volviese. Y papá…Hacía dos años que no sabía nada de  él.
Encendí la tele. Millones de problemas a causa de aquel asesino.
Miré de reojo el  móvil, que reposaba a mi lado.
Sería mera coincidencia.
Cuando salí  de casa para dirigirme al instituto, oí una voz conocida.
Me di la vuelta.
¡Era Shibata, de mi clase!
No, no podía ser.  Shibata…Shibata nunca llegaba puntual a clase por sus entrenamientos.
-¡Ichijo!-Gritó
Pasó por mi lado dándome una ligera colleja en la nuca. No dije nada. Todavía estaba demasiado sorprendida por lo del teléfono.
Suspiré y seguí mi camino.
Cuando llegué a mi clase y me senté, saqué el móvil de nuevo. No sin sorpresa, leí una nueva entrada;

Asahina, la chica más guapa y popular de la clase, me ha mirado fijamente antes de sentarse. ¿Habré hecho algo malo? Bueno, todo el mundo, al parecer, me tiene odio. No me importa.
Hoy ha habido un exámen sorpresa de matemáticas.
Las respuestas son…:

Cerré inmediatamente el móvil, puesto que el profesor acababa de entrar, seguido de Kokoro Asahina, la chica más popular de la clase.
Tenía el pelo larguísimo y color rojo encendido, recogido en una extraña trenza. Sus ojos eran color avellana y muy grandes.
Me quedé un tanto anonadada mirándola, y ésta pareció darse cuenta, puesto que giró su mirada hacia mí.
Rápidamente, aparté la mirada, avergonzada.
Cuando todo el mundo se sentó, el profesor puso unos cuantos folios sobre la mesa y escribió en la chirriante pizarra:
‘Exámen de matemáticas’
Ahogué un grito. Cuando el profesor hubo puesto una hoja llena de cuentas frente a mí, me acordé de la segunda parte de la entrada.
A lo mejor…Las respuestas eran correctas…
Miré el móvil con cuidado de no ser descubierta y fui copiando las respuestas.
Esto…¡Esto era de locos!
Si de verdad  mi móvil podía predecir el futuro…Las cosas me irían tan bien…
Sonriente, entregué el exámen, ansiosa por saber los resultados.

Sin embargo, había una entrada que no había visto.

Kokoro Asahina no me ha quitado el ojo en todo el exámen.



Capítulo 2. Un asesino del futuro.

30 de Agosto de 2009.
Las cosas me van realmente bien. Últimamente soy la mejor de toda la clase en todas las materias. ¡Que intenten leerme la mente si quieren saber mi secreto!¡No se lo pondré tan fácil!

La gente del instituto comenzó a  conocerme por tener las mejores calificaciones.
Ya no era tan invisible.
Las chicas envidiosas de mi clase me habían intentado tender emboscadas, pero, gracias a mi capacidad para saber el futuro, nada de eso ocurrió.
Yo siempre ganaba.
Estaba terminando de recoger mis cosas. Como siempre, era la  última en irme, cuando noté un zumbido en el móvil. Algo había sucedido. O algo sucedería.

El asesino en serie que salió en las noticias me persigue. Me va a matar.

El móvil tembló entre mis manos.
¿El asesino en serie venía a por mí?
Pero…¿Por qué? ¿Cómo?
Demasiadas dudas en mi cabeza.
De repente, alguien entró en la clase.
Kokoro Asahina.
Su pelo rojo y ondulado ahora lucía suelto. Sus ojos castaños estaban fijos en mí. Me examinaban con exactitud y rapidez.
-Es  por tu diario –Dijo, con una sonrisa.
-¿Qué…Qué diario?-Pregunté, mientras me temblaba horriblemente la voz.
Ella se acercó a mí, tanto, que pude hasta oler su enigmático perfume.
-Tu diario del futuro.
De golpe, comprendí.
Ella era la asesina en serie. Ella había venido a matarme.
Chillé y salí corriendo de la clase, siendo perseguida por Asahina.
-¡¡¡ESPERA!!!-Exclamó, mientras intentaba atraparme.
Salí del edificio mientras miraba de nuevo el diario.

Kokoro Asahina me está persiguiendo. Me va a atrapar. Me meto en el ascensor del edificio en obras que está justo en frente del instituto. Tengo miedo.¡No quiero morir!

Rápidamente, hice lo que el diario me dictaba, tal y como estaba previsto.
Me metí en el ascensor y comencé a pulsar botones sin prestar realmente atención a qué piso me dirigía.
Las puertas estaban por cerrarse, cuando alguien lo impidió.
-Asa..¡Asahina!-Grité-¡NO…NO ME MATES!
Cuando logró entrar en el último momento, me sonrió ampliamente y se acercó a mí.
Echó un vistazo al panel de botones y pulsó el número 17: El último.
-¿Qué haces?-Pregunté, temblando. Me había pegado a la pared del ascensor y agarrado bien el móvil.
-El asesino te espera en el piso 14. Ir allí supondría tu muerte. ¿Creías que yo te iba a matar?
Se acercó aún más a mí. Nuestros labios se rozaron un fugaz instante. No tuve tiempo de apartarme.
-¿Creías que te iba a matar?-Repitió-Si te amo.
-¿Q-Qué?
-Te  amo. No dejaré que te mate. Con mi diario, es imposible.
-¿Un  diario?
Ella río.
-No te hagas la tonta. Tú también tienes uno.
-Ya…Ya…Espera, ¿Cómo es que tienes uno? Deus no…
-Shh…-Me puso un dedo sobre los labios- Con mi diario, todo saldrá bien. Tan sólo hay que matar al asesino.
-¿Ma…Matar?- No paraba de tartamudear.
-Es un juego de supervivencia- Me explicó, pacientemente –Dónde los doce poseedores se matan entre sí, hasta que sólo quede uno.
Yo la miré, incrédula, mientras la puerta del ascensor se abría ante nosotras. Estábamos en la azotea. El sol del atardecer resultaba incluso palpable.
-Tenemos poco tiempo para trazar un plan.
-¿Hablabas en serio sobre matarlo?-Pregunté, mientras salíamos completamente de aquella caja de acero.
-Aquí o matas, o te matan. No hay más opciones.
Tragué saliva.
La mirada de Asahina se deslizó hasta mi pequeña riñonera, dónde guardaba mis dardos de los que nunca me separaba.
-Con tu asombrosa puntería, le acertarás en su propio diario. Tan sólo tenemos que hacer que lo saque.
-¿A…Asombrosa?
Ella asintió, sonriente.
-¿Te sientes con suerte hoy?




Capítulo 3. Los otros diarios del futuro.

Ya habíamos planeado lo que haríamos.
Era muy sencillo, por lo que me había explicado Asahina.
Tan sólo tendría que esconderme hasta que el asesino saliera al exterior. Como no nos vería, se vería obligado a sacar su diario, y entonces, yo tendría que salir de mi escondite para lanzarle un dardo y acertarle en su diario,  para así destruír su futuro.
Y sin futuro, no se es nada.
Asahina  estaría vigilando y saltaría si fallaba o algo iba mal.
Sólo tenía una oportunidad. Asahina confiaba en mí.
Nuestro futuro estaba en juego.

Estábamos en nuestros puestos. De pronto, las puertas del ascensor se abrieron. Contuve la respiración. Sólo…Una…Oportunidad…

Miré por encima del talú en el que estaba escondida.
¡Era una mujer!
Su rostro estaba cubierto por una máscara y unas gafas oscuras, pero un asombroso pelo voluminoso, negro y rizado resaltaba en su persona, ante todo.
En su mano llevaba un cuchillo. Y en la otra…
¡Estaba sacando su diario!¡Su móvil!
Era el momento de actuar.
Salté de mi escondite. No pareció haberme visto, puesto que estaba concentrada en su teléfono.
Abrí mi riñonera para sacar un dardo rápidamente, y casi sin pensarlo lo tiré hacia su diario.
La `punta atravesó la pantalla, rompiéndola en mil pedazos.
Únicamente pude ver su expresión de asombro tras las gafas. Su teléfono desapareció, y en la zona de su corazón, se creó un remolino negro, absorbiéndola por completo.
-Vaya…Creí que sería más emocionante.
Asahina había salido de su escondite.
-He matado…A una persona…
-No te arrepientas de ello. Era una asesina. Será mejor que lo olvides; Si quieres ganar, tendrás que matar.
-Pero…¡Yo no quiero matar a nadie!
-Entonces morirás-Sonrió ampliamente, sin dejar de mirarme-¿Y si vamos a tomar algo? Tu madre no está hoy en casa,  ¿No es así?

¿Por qué lo sabía todo de mí? ¡Era una superacosadora!
De pronto, recibí un mensaje.

De: Deus Ex Machina.
Para: Ichijo Miki y las otras  once  poseedoras.

Citaos en la catedral de la casualidad contínua a las 21 h. Ya es hora de que comience el juego. Kuroko os acompañará.
Nos vemos allí,
Deus.


Suspiré. ¿En qué lío me había metido?
Asahina seguía sonriente, mientras revisaba su diario.
¿Cómo sabía todo eso sobre mí?
-Mi diario del futuro es el diario del amor. Me muestra todo sobre las personas a las que aprecio. Y yo sólo te aprecio a ti. Por eso lo sé absolutamente todo.
Retrocedí, instintivamente. Empezaba a darme miedo. ¿Quién hubiera dicho que Asahina era tan…

-¡No pienses eso de mi!-Exclamó, acercándose a mí- Yo…Yo de verdad que te quiero…
Una sóla duda se instalaba en mi cabeza en aquel momento.
-¿Por qué? Nunca antes nos habíamos hablado.
-¡No me digas que lo has olvidado!
La miré, interrogante.
Ella suspiró, dolida.
-Hace dos años…Cuando nos preguntaron qué queríamos hacer en el futuro, en una encuesta. ¿No te acuerdas? Caímos también en la misma clase…
-Yo…Creo que empiezo a recordar…

Sí. Fue hace dos años. Nos habían repartido unos folletos para que rellenásemos qué queríamos hacer en el futuro en la última hora.
Había estado toda la hora dándole vueltas, hasta que sonó el timbre. Tenía que darme prisa.
Todo el mundo había depositado su papel sobre la mesa y se había ido. Salvo yo y otra chica, situada detrás de mí. No me había fijado nunca en ella, pero, ahora que la veía, me parecía la chica más guapa del instituto.
Se levantó y se acercó a mí.
-¿Tú tampoco puedes encontrar una respuesta?-Me preguntó, apoyándose en mi mesa.
Yo sacudí la cabeza, y borré inmediatamente lo que había escrito.

‘Quiero ir a ver las estrellas con mis padres’

Ella impidió que siguiera borrando con su mano.
-Es una tontería…-Me justifiqué.
-No lo es. Es bonito-Me sonrió.
-Ya pero…Eso nunca pasará. Mis padres se acaban de divorciar…Y no quieren saber nada uno del otro.
-Pues entonces, iré yo contigo a ver las estrellas, ¿Te parece?
-Eh…No te conozco. Además, quiero ir con mi familia, y tú no eres mi familia.
-Qué cerrada eres-Protestó- Pues me convertiré en tu novia, y más tarde, en tu mujer. Así seré parte de tu familia y podremos ir a ver las estrellas.
-Cuando seamos mayores-Dije.
-Cuando seamos mayores. Confirmó ella.
Entonces, cogió su hoja de su escritorio, y me la enseñó.

‘Cuando sea mayor, seré la novia de Ichijo-san’

Sí. Ya lo recordaba.
La miré. Su perfecta figura se recortaba en contraste de la luz solar y el viento ondeaba su pelo de una forma graciosa  y delicada.
-¿Desde entonces…?
-Desde entonces, no te he podido olvidar. Escribo en este diario todo lo que hacías o lo que sabía de ti.
Yo no dije nada y volví a retroceder.
-Sé que tienes miedo de mí. Y no deberías. Yo te protegeré.
De pronto, sentí que algo tiraba de mi camisa. Me di la vuelta: Era Kuroko.
Tenía el pelo oscuro, recogido en una coleta alta, sus ojos eran ambarinos y su piel tostada. Era muy bajita, no superaría el 1,30. Aparentaba unos 9 años, aunque quién sabe cuántos tendría en realidad.
Vestía un atuendo blanco muy extraño e iba descalza.
-Vamos, Miki, Asahina, que vamos tarde –Dijo, cortante.

Llegamos  a un sitio bastante extraño: Había doce plataformas dispuestas en círculo. En el medio, había un gran asiento donde se situaba Deus.
-Miki-Saludó-Busca tu sitio. Asegúrate de que nadie descubra tu nombre ni tu apariencia. Un velo negro te tapará.
Yo asentí y me coloqué en una plataforma que parecía abierta. Asahina hizo lo mismo.
¿Qué era ese sitio? Si hubiera estado allí antes, lo habría visto seguro.
-Damos por comenzada la primera sesión –Dijo Deus con una voz ensordecedora.
De repente, nueve figuras impalpables e irreconocibles aparecieron, cada una en una plataforma, aparte de la de Asahina y mía.
Todas eran mujeres.
-¿Qué significa esto, Deus?-Preguntó una voz procedente de uno de los individuos.
-Veréis…
>>Mi tiempo se acaba. Y necesito un sucesor. Más bien una sucesora.
Para ello, he decidido crear un juego, un juego de supervivencia, dónde la última que quede será la que herede mi puesto de Dios del tiempo.
Para ello, os he habilitado unos diarios para leer vuestro futuro, o el futuro de otro. Cada diario es diferente, y tiene sus ventajas e inconvenientes.
Tenéis 90 días para que haya una sóla y clara vencedora. No se pueden ceder los diarios.
Hay dos maneras de excluir a alguien del juego: O bien matándolo o bien destruyendo su diario.
Os comunico que una de vosotras ha sido asesinada esta misma tarde por la primera poseedora de todas vosotras, y ha sido ayudada por la segunda.

¿Primera?¿Segunda? ¿Era así cómo se refería a nosotras?
-Me aseguraré de matarte, primera-Dijo una de las figuras. Pude adivinar su rostro sonriente.
-¿Primera? Una adversaria digna de mí…-Comentó otra.
-No sobrevivirás.
Me sujeté la cabeza, dolida. ¿Por qué todo el mundo iba contra mí?
Noté una mirada fija en mí. Era Asahina, por lo que pude adivinar de ella.
-Yo te protegeré-Susurró- No permitiré que nadie te mate.
-Doy por terminada la sesión de hoy. Buena suerte, aspirantes.

De pronto, me desperté, en mi cama. ¡Entonces sí que había sido un sueño!
Mi teléfono, vibró, desesperado.
Lo desbloqueé.
¡¡¿¿1…104 mensajes nuevos??!!

BANDEJA DE ENTRADA.
De: Kokoro Asahina
¿Qué te ha parecido lo de hoy?
De: Kokoro Asahina
No tengas miedo.
De: Kokoro Asahina
Yo te protegeré
De: Kokoro Asahina
¿Quedamos para comer?
De: Kokoro Asahina
¿Quedamos para cenar?
De: Kokoro Asahina
¿Te has despertado ya?
De: Kokoro Asahina
Te Amo.
De: Kokoro Asahina
¿Te has despertado ya?
De: Kokoro Asahina
¿Te has despertado ya?
De: Kokoro Asahina
Sé que estás despierta.

No…No había sido un sueño.
Era real.
Todo era demasiado real.
Hice caer el teléfono sobre la cama y me pasé una mano por el pelo completamente despeinado.
Demasiado…Real.

2 comentarios:

  1. Dios me he enganchado mucho, necesito más capítulos ya ToT

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tranquila que esa tarde publico otro xD me alegra que os guste c:

      Eliminar