Capítulo 1. Diario del futuro.
Desperté,
como siempre, gracias al despertador, en una oscura habitación rodeada de un
embrollo de sábanas que no había cambiado desde hace días.
Me
incorporé y miré el móvil. Mis dedos, intentando alcanzar a mis pensamientos,
comenzaron a escribir.
13 de Agosto
de 2009.
Me acabo de despertar. Mis sueños
cada día parecen más reales. Deus parece que existe de verdad. Estoy empezando
a tener miedo de mí misma. ¿Cómo es que mi mente puede ser tan poderosa?
Me
dirigí al baño tras escribir esto, siempre con el móvil de carcasa azul entre
mis manos. Me miré en el espejo, sin prestar verdadera atención. Me aplasté el
pelo, castaño claro y liso que me llegaba por encima de los hombros y me
salpiqué agua en la cara.
No
era guapa. A pesar de tener, según mi padre, ‘Unos ojos increíblemente azules y
claros, heredados por él’, no lo era.
Pero
poco me importaba. Tenía a Deus. Que aunque no existiese en ningún sitio salvo
en mi imaginación, parecía tan real…
Nadie
se fijaba en mí. Era como una especie de ser extraño e invisible.
Cuando
regresé a mi cuarto, extraje un dardo azul de su estuche y lo tiré hacia una de
las cinco dianas que había colgadas en la pared derecha.
Acerté.
Lo
que no era raro en mí.
13 de
Agosto de 2009.
He vuelto a acertar en la diana. Me
pregunto cuándo llegaré a ser tan buena cómo papá.
Voy a desayunar, a vestirme y
después iré al instituto. Espero no encontrarme con nadie conocido.
Llegué
al instituto sin ningún problema, siempre redactándolo todo en mi diario.
Ojalá…Ojalá
algún día las cosas cambiaran.
Aquella
noche tuve un sueño muy extraño.
Me
despertaba, como siempre, en el frío suelo de la base de datos del
espacio-tiempo, dirigida por Deus y su ayudante, Kuroko, quien no parecía tener
más de nueve años. Aún así, era mitad demonio, por lo que nunca le hacía mucho
caso.
-Deus
–Saludé.
-Miki.
Te estaba esperando.
-Siempre
me estás esperando, Deus-Le dije.
-Hoy
te voy a hacer entrega de algo muy valioso. Asegúrate de no perderlo.
Yo
no dije nada. Tan sólo esperé a que prosiguiera. Pero no siguió hablando.
Dirigió sus enormes manos hacia mí e, hizo aparecer ante mí un teléfono móvil, exactamente igual que el
mío.
-Eh…¿Mi
própio móvil?
-No.
Tu futuro.
No
comprendía nada. ¿Mi futuro?¡Pero si era mi propio móvil!
-Tómalo,
o desaparecerá.
-Yo
lo cogí, obediente. Pero justo en el instante en el que lo tenía entre mis
manos, desperté, entre gotas de sudor frío.
¿Qué
había pasado?
Bueno,
tan sólo era un sueño.
Me
levanté y desbloqueé el móvil, dispuesta a escribir sobre aquel sueño, pero
cuando me dí cuenta, ya había algo escrito, con la fecha de hoy.
14 de Agosto del 2009.
Hoy he tenido una pesadilla. Bueno,
no era una pesadilla, tan sólo un sueño extraño. Espero que no se repita…
Me he levantado y cuando he vuelto a
mi habitación, he tirado el dardo blanco ¡Y he acertado!
Lo
releí de nuevo, desconcertada. Seguramente habría escrito aquella entrada medio
dormida.
Entré
en el baño, y cuando volví a mi
habitación para coger la mochila, extraje el dardo blanco, apunté, y tiré hacia
la diana.
Como
era de esperar, volví a acertar.
Mi
móvil hizo un ruido extraño. Lo miré.
¿Cómo?
Había
otra entrada escrita.
He bajado a desayunar. En la televisión
han hablado sobre los misteriosos asesinatos en serie producidos en la ciudad.
El culpable no ha dejado ni una sola prueba y la investigación no va a ninguna parte.
Cuando he salido de casa, me he
encontrado con Shibata, que me ha dado una colleja y después ha seguido su
camino corriendo.
Observé
la pantalla, realmente confusa.
Decidí
ignorarlo. Sería algún fallo del
sistema.
Bajé
a desayunar. Miré el calendario: Todavía
faltaba un mes para que mamá volviese. Y papá…Hacía dos años que no sabía nada
de él.
Encendí
la tele. Millones de problemas a causa de aquel asesino.
Miré
de reojo el móvil, que reposaba a mi
lado.
Sería
mera coincidencia.
Cuando
salí de casa para dirigirme al
instituto, oí una voz conocida.
Me
di la vuelta.
¡Era
Shibata, de mi clase!
No,
no podía ser. Shibata…Shibata nunca
llegaba puntual a clase por sus entrenamientos.
-¡Ichijo!-Gritó
Pasó
por mi lado dándome una ligera colleja en la nuca. No dije nada. Todavía estaba
demasiado sorprendida por lo del teléfono.
Suspiré
y seguí mi camino.
Cuando
llegué a mi clase y me senté, saqué el móvil de nuevo. No sin sorpresa, leí una
nueva entrada;
Asahina, la chica más guapa y
popular de la clase, me ha mirado fijamente antes de sentarse. ¿Habré hecho
algo malo? Bueno, todo el mundo, al parecer, me tiene odio. No me importa.
Hoy ha habido un exámen sorpresa de
matemáticas.
Las respuestas son…:
Cerré
inmediatamente el móvil, puesto que el profesor acababa de entrar, seguido de
Kokoro Asahina, la chica más popular de la clase.
Tenía
el pelo larguísimo y color rojo encendido, recogido en una extraña trenza. Sus
ojos eran color avellana y muy grandes.
Me
quedé un tanto anonadada mirándola, y ésta pareció darse cuenta, puesto que
giró su mirada hacia mí.
Rápidamente,
aparté la mirada, avergonzada.
Cuando
todo el mundo se sentó, el profesor puso unos cuantos folios sobre la mesa y
escribió en la chirriante pizarra:
‘Exámen
de matemáticas’
Ahogué
un grito. Cuando el profesor hubo puesto una hoja llena de cuentas frente a mí,
me acordé de la segunda parte de la entrada.
A
lo mejor…Las respuestas eran correctas…
Miré
el móvil con cuidado de no ser descubierta y fui copiando las respuestas.
Esto…¡Esto
era de locos!
Si
de verdad mi móvil podía predecir el
futuro…Las cosas me irían tan bien…
Sonriente,
entregué el exámen, ansiosa por saber los resultados.
Sin
embargo, había una entrada que no había visto.
Kokoro Asahina no me ha quitado el
ojo en todo el exámen.
Capítulo 2. Un asesino del futuro.
30 de Agosto de 2009.
Las cosas me van realmente bien.
Últimamente soy la mejor de toda la clase en todas las materias. ¡Que intenten
leerme la mente si quieren saber mi secreto!¡No se lo pondré tan fácil!
La
gente del instituto comenzó a conocerme
por tener las mejores calificaciones.
Ya
no era tan invisible.
Las
chicas envidiosas de mi clase me habían intentado tender emboscadas, pero,
gracias a mi capacidad para saber el futuro, nada de eso ocurrió.
Yo
siempre ganaba.
Estaba
terminando de recoger mis cosas. Como siempre, era la última en irme, cuando noté un zumbido en el
móvil. Algo había sucedido. O algo sucedería.
El asesino en serie que salió en las
noticias me persigue. Me va a matar.
El
móvil tembló entre mis manos.
¿El
asesino en serie venía a por mí?
Pero…¿Por
qué? ¿Cómo?
Demasiadas
dudas en mi cabeza.
De
repente, alguien entró en la clase.
Kokoro
Asahina.
Su
pelo rojo y ondulado ahora lucía suelto. Sus ojos castaños estaban fijos en mí.
Me examinaban con exactitud y rapidez.
-Es por tu diario –Dijo, con una sonrisa.
-¿Qué…Qué
diario?-Pregunté, mientras me temblaba horriblemente la voz.
Ella
se acercó a mí, tanto, que pude hasta oler su enigmático perfume.
-Tu
diario del futuro.
De
golpe, comprendí.
Ella
era la asesina en serie. Ella había venido a matarme.
Chillé
y salí corriendo de la clase, siendo perseguida por Asahina.
-¡¡¡ESPERA!!!-Exclamó,
mientras intentaba atraparme.
Salí
del edificio mientras miraba de nuevo el diario.
Kokoro Asahina me está persiguiendo.
Me va a atrapar. Me meto en el ascensor del edificio en obras que está justo en
frente del instituto. Tengo miedo.¡No quiero morir!
Rápidamente,
hice lo que el diario me dictaba, tal y como estaba previsto.
Me
metí en el ascensor y comencé a pulsar botones sin prestar realmente atención a
qué piso me dirigía.
Las
puertas estaban por cerrarse, cuando alguien lo impidió.
-Asa..¡Asahina!-Grité-¡NO…NO
ME MATES!
Cuando
logró entrar en el último momento, me sonrió ampliamente y se acercó a mí.
Echó
un vistazo al panel de botones y pulsó el número 17: El último.
-¿Qué
haces?-Pregunté, temblando. Me había pegado a la pared del ascensor y agarrado
bien el móvil.
-El
asesino te espera en el piso 14. Ir allí supondría tu muerte. ¿Creías que yo te
iba a matar?
Se
acercó aún más a mí. Nuestros labios se rozaron un fugaz instante. No tuve tiempo
de apartarme.
-¿Creías
que te iba a matar?-Repitió-Si te amo.
-¿Q-Qué?
-Te amo. No dejaré que te mate. Con mi diario, es
imposible.
-¿Un diario?
Ella
río.
-No
te hagas la tonta. Tú también tienes uno.
-Ya…Ya…Espera,
¿Cómo es que tienes uno? Deus no…
-Shh…-Me
puso un dedo sobre los labios- Con mi diario, todo saldrá bien. Tan sólo hay
que matar al asesino.
-¿Ma…Matar?-
No paraba de tartamudear.
-Es
un juego de supervivencia- Me explicó, pacientemente –Dónde los doce poseedores
se matan entre sí, hasta que sólo quede uno.
Yo
la miré, incrédula, mientras la puerta del ascensor se abría ante nosotras.
Estábamos en la azotea. El sol del atardecer resultaba incluso palpable.
-Tenemos
poco tiempo para trazar un plan.
-¿Hablabas
en serio sobre matarlo?-Pregunté, mientras salíamos completamente de aquella
caja de acero.
-Aquí
o matas, o te matan. No hay más opciones.
Tragué
saliva.
La
mirada de Asahina se deslizó hasta mi pequeña riñonera, dónde guardaba mis
dardos de los que nunca me separaba.
-Con
tu asombrosa puntería, le acertarás en su propio diario. Tan sólo tenemos que
hacer que lo saque.
-¿A…Asombrosa?
Ella
asintió, sonriente.
-¿Te
sientes con suerte hoy?
Capítulo 3. Los otros diarios del
futuro.
Ya
habíamos planeado lo que haríamos.
Era
muy sencillo, por lo que me había explicado Asahina.
Tan
sólo tendría que esconderme hasta que el asesino saliera al exterior. Como no
nos vería, se vería obligado a sacar su diario, y entonces, yo tendría que
salir de mi escondite para lanzarle un dardo y acertarle en su diario, para así destruír su futuro.
Y
sin futuro, no se es nada.
Asahina estaría vigilando y saltaría si fallaba o
algo iba mal.
Sólo
tenía una oportunidad. Asahina confiaba en mí.
Nuestro
futuro estaba en juego.
Estábamos
en nuestros puestos. De pronto, las puertas del ascensor se abrieron. Contuve
la respiración. Sólo…Una…Oportunidad…
Miré
por encima del talú en el que estaba escondida.
¡Era
una mujer!
Su
rostro estaba cubierto por una máscara y unas gafas oscuras, pero un asombroso
pelo voluminoso, negro y rizado resaltaba en su persona, ante todo.
En
su mano llevaba un cuchillo. Y en la otra…
¡Estaba
sacando su diario!¡Su móvil!
Era
el momento de actuar.
Salté
de mi escondite. No pareció haberme visto, puesto que estaba concentrada en su
teléfono.
Abrí
mi riñonera para sacar un dardo rápidamente, y casi sin pensarlo lo tiré hacia
su diario.
La
`punta atravesó la pantalla, rompiéndola en mil pedazos.
Únicamente
pude ver su expresión de asombro tras las gafas. Su teléfono desapareció, y en
la zona de su corazón, se creó un remolino negro, absorbiéndola por completo.
-Vaya…Creí
que sería más emocionante.
Asahina
había salido de su escondite.
-He
matado…A una persona…
-No
te arrepientas de ello. Era una asesina. Será mejor que lo olvides; Si quieres
ganar, tendrás que matar.
-Pero…¡Yo
no quiero matar a nadie!
-Entonces
morirás-Sonrió ampliamente, sin dejar de mirarme-¿Y si vamos a tomar algo? Tu
madre no está hoy en casa, ¿No es así?
¿Por
qué lo sabía todo de mí? ¡Era una superacosadora!
De
pronto, recibí un mensaje.
De: Deus Ex Machina.
Para: Ichijo Miki y las otras once
poseedoras.
Citaos en la catedral de la casualidad
contínua a las 21 h. Ya es hora de que comience el juego. Kuroko os acompañará.
Nos vemos allí,
Deus.
Suspiré.
¿En qué lío me había metido?
Asahina
seguía sonriente, mientras revisaba su diario.
¿Cómo
sabía todo eso sobre mí?
-Mi
diario del futuro es el diario del amor. Me muestra todo sobre las personas a
las que aprecio. Y yo sólo te aprecio a ti. Por eso lo sé absolutamente todo.
Retrocedí,
instintivamente. Empezaba a darme miedo. ¿Quién hubiera dicho que Asahina era
tan…
-¡No
pienses eso de mi!-Exclamó, acercándose a mí- Yo…Yo de verdad que te quiero…
Una
sóla duda se instalaba en mi cabeza en aquel momento.
-¿Por
qué? Nunca antes nos habíamos hablado.
-¡No
me digas que lo has olvidado!
La
miré, interrogante.
Ella
suspiró, dolida.
-Hace
dos años…Cuando nos preguntaron qué queríamos hacer en el futuro, en una
encuesta. ¿No te acuerdas? Caímos también en la misma clase…
-Yo…Creo
que empiezo a recordar…
Sí.
Fue hace dos años. Nos habían repartido unos folletos para que rellenásemos qué
queríamos hacer en el futuro en la última hora.
Había
estado toda la hora dándole vueltas, hasta que sonó el timbre. Tenía que darme
prisa.
Todo
el mundo había depositado su papel sobre la mesa y se había ido. Salvo yo y
otra chica, situada detrás de mí. No me había fijado nunca en ella, pero, ahora
que la veía, me parecía la chica más guapa del instituto.
Se
levantó y se acercó a mí.
-¿Tú
tampoco puedes encontrar una respuesta?-Me preguntó, apoyándose en mi mesa.
Yo
sacudí la cabeza, y borré inmediatamente lo que había escrito.
‘Quiero
ir a ver las estrellas con mis padres’
Ella
impidió que siguiera borrando con su mano.
-Es
una tontería…-Me justifiqué.
-No
lo es. Es bonito-Me sonrió.
-Ya
pero…Eso nunca pasará. Mis padres se acaban de divorciar…Y no quieren saber
nada uno del otro.
-Pues
entonces, iré yo contigo a ver las estrellas, ¿Te parece?
-Eh…No
te conozco. Además, quiero ir con mi familia, y tú no eres mi familia.
-Qué
cerrada eres-Protestó- Pues me convertiré en tu novia, y más tarde, en tu
mujer. Así seré parte de tu familia y podremos ir a ver las estrellas.
-Cuando
seamos mayores-Dije.
-Cuando
seamos mayores. Confirmó ella.
Entonces,
cogió su hoja de su escritorio, y me la enseñó.
‘Cuando
sea mayor, seré la novia de Ichijo-san’
Sí.
Ya lo recordaba.
La
miré. Su perfecta figura se recortaba en contraste de la luz solar y el viento
ondeaba su pelo de una forma graciosa y
delicada.
-¿Desde
entonces…?
-Desde
entonces, no te he podido olvidar. Escribo en este diario todo lo que hacías o
lo que sabía de ti.
Yo
no dije nada y volví a retroceder.
-Sé
que tienes miedo de mí. Y no deberías. Yo te protegeré.
De
pronto, sentí que algo tiraba de mi camisa. Me di la vuelta: Era Kuroko.
Tenía
el pelo oscuro, recogido en una coleta alta, sus ojos eran ambarinos y su piel
tostada. Era muy bajita, no superaría el 1,30. Aparentaba unos 9 años, aunque
quién sabe cuántos tendría en realidad.
Vestía
un atuendo blanco muy extraño e iba descalza.
-Vamos,
Miki, Asahina, que vamos tarde –Dijo, cortante.
Llegamos a un sitio bastante extraño: Había doce
plataformas dispuestas en círculo. En el medio, había un gran asiento donde se
situaba Deus.
-Miki-Saludó-Busca
tu sitio. Asegúrate de que nadie descubra tu nombre ni tu apariencia. Un velo
negro te tapará.
Yo
asentí y me coloqué en una plataforma que parecía abierta. Asahina hizo lo
mismo.
¿Qué
era ese sitio? Si hubiera estado allí antes, lo habría visto seguro.
-Damos
por comenzada la primera sesión –Dijo Deus con una voz ensordecedora.
De
repente, nueve figuras impalpables e irreconocibles aparecieron, cada una en
una plataforma, aparte de la de Asahina y mía.
Todas
eran mujeres.
-¿Qué
significa esto, Deus?-Preguntó una voz procedente de uno de los individuos.
-Veréis…
>>Mi
tiempo se acaba. Y necesito un sucesor. Más bien una sucesora.
Para
ello, he decidido crear un juego, un juego de supervivencia, dónde la última
que quede será la que herede mi puesto de Dios del tiempo.
Para
ello, os he habilitado unos diarios para leer vuestro futuro, o el futuro de
otro. Cada diario es diferente, y tiene sus ventajas e inconvenientes.
Tenéis
90 días para que haya una sóla y clara vencedora. No se pueden ceder los
diarios.
Hay
dos maneras de excluir a alguien del juego: O bien matándolo o bien destruyendo
su diario.
Os
comunico que una de vosotras ha sido asesinada esta misma tarde por la primera
poseedora de todas vosotras, y ha sido ayudada por la segunda.
¿Primera?¿Segunda?
¿Era así cómo se refería a nosotras?
-Me
aseguraré de matarte, primera-Dijo una de las figuras. Pude adivinar su rostro
sonriente.
-¿Primera?
Una adversaria digna de mí…-Comentó otra.
-No
sobrevivirás.
Me
sujeté la cabeza, dolida. ¿Por qué todo el mundo iba contra mí?
Noté
una mirada fija en mí. Era Asahina, por lo que pude adivinar de ella.
-Yo
te protegeré-Susurró- No permitiré que nadie te mate.
-Doy
por terminada la sesión de hoy. Buena suerte, aspirantes.
De
pronto, me desperté, en mi cama. ¡Entonces sí que había sido un sueño!
Mi
teléfono, vibró, desesperado.
Lo
desbloqueé.
¡¡¿¿1…104
mensajes nuevos??!!
BANDEJA DE ENTRADA.
De: Kokoro
Asahina
¿Qué te ha parecido lo de hoy?
De: Kokoro
Asahina
No tengas miedo.
De: Kokoro
Asahina
Yo te protegeré
De: Kokoro
Asahina
¿Quedamos para comer?
De: Kokoro
Asahina
¿Quedamos para cenar?
De: Kokoro
Asahina
¿Te has despertado ya?
De: Kokoro
Asahina
Te Amo.
De: Kokoro
Asahina
¿Te has despertado ya?
De: Kokoro
Asahina
¿Te has despertado ya?
De: Kokoro
Asahina
Sé que estás despierta.
No…No
había sido un sueño.
Era
real.
Todo
era demasiado real.
Hice
caer el teléfono sobre la cama y me pasé una mano por el pelo completamente
despeinado.
Demasiado…Real.
Dios me he enganchado mucho, necesito más capítulos ya ToT
ResponderEliminarTranquila que esa tarde publico otro xD me alegra que os guste c:
Eliminar